En nuestros primeros recuerdos siempre están presentes el aroma a mosto y a vino, a tierra y a vendimia. Y así hasta hoy. Los viticultores de Lerín no podemos abandonar aquello que hemos vivido desde niños, que han vivido nuestros padres, nuestros abuelos, los suyos…
«Más allá de una riqueza vinícola y una tradición, el cultivo de la vid en Lerín y sus alrededores es un patrimonio cultural de gran valor para nosotros».
Hoy los más jóvenes, herederos de los primeros viñadores, hemos creado un equipo respetuoso con ese legado. Hemos heredado un conocimiento y una marca emblemática e histórica que queremos que siga contribuyendo al desarrollo económico de nuestro pueblo. Para ello, es necesario alcanzar nuevos mercados, crear nuevos vinos y seguir creyendo en un proyecto que siempre ha formado parte de nuestras vidas.
“Somos Alconde, somos Lerín, es nuestra casa, nuestra tierra, nuestros primeros olores a mosto, a vendimia, son nuestros recuerdos”.
